Ántrax maligno (carbunco): no es algo del pasado

Bacteria Bacillus anthracis, el agente causante de la enfermedad del ántrax.

Conozca cómo las nuevas investigaciones sobre el ántrax maligno realizadas por la División de Ciencias de Laboratorio de los CDC podrían salvar vidas.

El ántrax maligno (carbunco) puede traer a la mente el ataque del 2001 contra los Estados Unidos a través de las cartas contaminadas con esporas. Sin embargo, el ántrax maligno no es algo del pasado. Muchos casos han ocurrido en seres humanos y animales desde los incidentes de las cartas.

Por ejemplo, un bailarín en Nueva York se enfermó después de trabajar con pieles de animales contaminadas al hacer tambores africanos tradicionales. La infección probablemente se provocó al inhalar las esporas que causan el ántrax maligno mientras trabajaba con la piel de animal en un espacio mal ventilado.

El ántrax maligno, que se puede dar de forma natural en el suelo, también ha matado a miles de animales, desde ganado en Dakota del Norte hasta renos en Rusia.

¿Qué es el ántrax maligno (carbunco)?

El ántrax maligno (carbunco) es una enfermedad grave causada por una bacteria conocida como Bacillus anthracis, y se ha documentado desde el año 700 a. C.

Los animales pueden infectarse a partir de esporas en suelos, plantas o agua contaminados. Cuando los animales mueren de ántrax maligno, sus cuerpos se descomponen y dejan esporas en el área durante décadas.

Las personas también pueden enfermarse de ántrax maligno cuando las esporas entran en su organismo. Luego, las bacterias se multiplican rápidamente y liberan toxinas, que atacan y finalmente pueden matar al cuerpo si no se trata.

Recientemente, los científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estudiaron los niveles de toxinas de ántrax maligno después de la inhalación de ántrax en animales. Encontraron tres etapas de toxinas de ántrax maligno en la sangre, que coinciden con las tres etapas de la enfermedad en personas y animales: temprana, intermedia y avanzada. La comparación de los niveles de toxinas en todas las etapas les ayudó a entender mejor el ántrax maligno.

Las nuevas investigaciones podrían salvar vidas

Los científicos de los CDC colaboraron con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de los EE. UU. y el Centro de Investigación Biomédica de Battelle en Ohio para obtener nueva información sobre los niveles de toxinas durante la progresión del ántrax maligno. Su estudio conjunto sobre “Caracterización integral de toxinas durante la progresión del ántrax maligno por inhalación en un modelo de primate no humano” se publicó recientemente en PLoS Pathogens*.

“Este estudio proporciona nuevos detalles sobre la progresión del ántrax maligno que tienen el potencial de mejorar el tratamiento y salvar vidas”, dice la autora principal Anne Boyer, PhD, química investigadora de la División de Ciencias de Laboratorio de los CDC.

La tasa de curación es más alta en la etapa temprana

El ántrax maligno puede ser mortal si no se trata. La tasa de curación es más alta en la etapa temprana, cuando los niveles de toxinas aparecen por primera vez. Sin embargo, dado que el ántrax maligno es raro, es posible que los funcionarios de atención médica no lo sospechen al principio, lo que podría retrasar el tratamiento adecuado.

En la segunda etapa, los síntomas continúan a medida que la enfermedad progresa. La posibilidad de supervivencia aún es posible, pero se necesita un tratamiento médico agresivo, como drenaje de líquido pleural alrededor de los pulmones del paciente y ventilación mecánica para ayudar con la respiración.

La posibilidad de supervivencia disminuye drásticamente en la tercera etapa, cuando los niveles de toxinas aumentan rápidamente.

Según Boyer, la progresión depende más de los niveles de toxinas del ántrax maligno que del tiempo que hayan estado en el cuerpo del paciente. Por eso es tan importante el diagnóstico temprano.

La División de Ciencias de Laboratorio de los CDC, en colaboración con la Subdivisión de Patógenos Bacterianos Especiales de los CDC, investiga continuamente la Bacillus anthracis y otras toxinas con tecnología avanzada para diagnosticar, tratar y prevenir enfermedades en todo el mundo.

* Los enlaces a sitios web llevan a páginas en inglés.